it´s x-mas time with radio global

la noche se mueve


El viernes no había dado mucho de sí (del radio show a un par de horas en el BT para charlar con Karinusha & JA). La amenaza de lluvia disminuyó el party crew. También influyó el frío que se ha dejado sentir estas últimas semanas. ¿El invierno más gélido? No recuerdo otro más frío (ni modo, nuestro favorecedor clima mediterráneo se ha ido yendo al carajo). Antes de las 12pm ya estaba en casa, escuchando KROQ por internet y enterándome de cosas más friquis (luego posteó al respecto).
El sábado, ahora sí, lluvioso planteaba la duda de si salir o no. Un par de llamadas lo aclararon todo. La posada de Radio Global -con djs de Hollywood! anunciaba el e-flyer, je je- era la mejor opción.


Sí, pero con todos sus bemoles. Una cosa es salir para encontrarte con los sospechosos habituales, para recibir a la gente que viene de vacaciones o los que regresan a pasar la temporada en TJ y otra, aguantar unos sets continuos de electro-banger que sólo emocionan a quien están a cien a punta de pastilleo. Ya lo habíamos dicho: el electro -tal y como sonó en el 2007- está bien dead.
Necesitamos una nueva música, de tempo distinto, otra forma de mezclar que no ponga tanto énfasis en el ruido y la distorsión, más flow menos bits ´n´ pieces; el electro 07 se convirtió rápidamente en un beat fastidioso que nos hace recordar a otro ritmo no muy querido por la gente asidua a los clubes: el trance. Como leí en un e-flyer: Baila ESG, no Justice (aunque, seamos sinceros, Justice está buten cool pero lamentablemente salieron 12500 imitadores entre djs, grupos y proyectos fantama).

Bailamos un rato. Luego , tras huir de la pista al escuchar la primera tanda de e-b, nos sentamos a platicar en una de esas salitas neo lounge que tanto les gusta poner a la gente que organiza fiestas en TJ. Ahí, tan sólo por entretenernos en algo, empezamos a elaborar una lista con las nuevas tribus que se ven en la city: desde los trolotrónicos (no confundir con los trolomodernos o los trolos renegados) a los azcapogays (no confundir con los avant gays) o las chicas miniatura que empiezan a dominar el dance-floor. Cansados de ello, seguimos tomando fotos.



Cervezas baratas, nuevos nick-names, abrazos prenavideños, un Santa Claus con una botella de Jack Daniel´s, personal tirado en los silloncitos, atisbos de una nueva decadencia blanca, t-shirts que afirmaban I´m so NY sin el menor pudor, ideas para noches No Electro, recuerdos de viajes, estados de situación provistos por gente que llega de otras fiestas, etc. Todavía no tocaban los Loudnoises cuando decidimos marcharnos a la TJ West Coast.


Lo demás, como siempre se dice, es lo demás.
Y de eso, sólo quedan -dicen- los recuerdos.