2 de febrero de 2008

lo de ayer

la noche es

1.
Salir es socializar. Entrar en esas dinámicas que nos pueden llevar a tratar asuntos importantes mientras se bebe cerveza lager (ese viejo vicio que sorprende a anglos y europeos), caer en lugares insospechados o encontrarnos en los intercruces con personas que difícilmente podríamos coincidir de otra manera. La vida social como posibilidad y abrepuertas.

2.
El destino más común puede tornarse distinto si lo vemos desde otro ángulo. Nuestra casa de estos últimos años ha sido tomada por otra gente que viene huyendo o buscando algo -como aquella canción de u2- que no encuentra (justo como lo hicimos nosotros años antes). No importa, siempre estaremos en el top de amigos del lugar y siempre estará ese reclamo de porque ya no asistimos como antes o porque nos vamos tan temprano o un airado "¿Dónde se meten?". Así pues, no importa los intrusos, los molestos invade-espacios, los que creen que descubren algo importante: bad news, you people, esto se mueve. El lugar es, para nosotros, una primera parada o un regreso o un descanso o el sitio más safe o, como ya dije, nuestra casa de estos último años.

3.
En el traslado perdemos algunos miembros del contingente inicial. Unas cuadras son la diferencia. Apenas iniciada la fiesta, otro crew (mucho más joven, más cerca de la sintonía de la diversión a toda costa que del placer sibarita). El DJ pone dos veces la misma canción en menos de una hora (no sabemos si fue error o un gesto desesperado para comprobar si estábamos poniendo atención). Venimos en plan de fiesta, lo sabemos, cuando eso no importa gran cosa. Necesitamos algo que nos mueva así sea el funk ochentero de Prince.
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1) Sombras en el Lobby. 2) Omar & Abril en chit.chat. 3) Le Tamborine de perfil. 4) Gente en el Lobby.

4.
Fotografías. La gente en la pista de baile se toma fotos. Nosotros, dominando una de las escalinatas, nos tomamos fotos. El personal cerca de la barra se toma fotos. Los amigos, antes de entrar al baño, arreglan sus peinados para la foto. Lo único que nos dice que estuvimos ahí, nuestra manera de comprobar que esto sí está pasando, un memento de que la vida no es triste y aburrida, ni co-optada por un sistema de ruido y miedo. Que aquí y ahora, vamos, estos somos nosotros.
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5) Marcela. 6) Efrén & friend. 7) DJ Wero. 8) Jorge Sánchez.

5.
Bailar es, dicen, resistir. En lugares como este, lo pansexual se impone. Los límites son cada vez menos tangibles, menos visibles. Desde el punto de un observador no participante, algo de esta situación podría resumirse en aquel estribillo de los Kinks (los chicos son chicas y las chicas son chicos, está historia es un lío...) Estamos ante una generación cada vez más arropada en los discursos de los medios y menos anclados en los de una doble moralidad de pueblito.
Los clubs, ya lo han dicho teóricamente Gilbert & Ewan, afectan drásticamente la subjetividad masculina que intenta dominar todo. En el dance-floor la gente se pierde, el personal encuentra a la reina del baile que puede ser si lo desea. La lógica, adversa por su coqueteo fascista, de la immersión total.
Dicho esto, no es extraño entonces la pelea por dominar el espacio central o, si no hay otra posibilidad, los extremos. El ego no se pierde, únicamente se transforma. Lucir es, pues, una forma de representar(se) ante los otros.
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9-11. Imágenes del Lobby Party People.


6.
En la cabina del DJ hay otro protagonista. La respuesta provocada es un volver al útero. Jouisssance. Todos enganchados con la idea de seguridad y ceremonia. Ah, lo mismo de siempre. La música tópico, las subidas y bajadas, el grito pendenciero, la marcha por la marcha. A veces la felicidad es tan engañosa como una despedida con dulces besos.
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12. El DJ visto desde arriba

7.
El observador no participante se cansa de hacer anotaciones mentales. Sentado en un sillón retoma el interés cuando escucha las pláticas de los re´teens confundidos, de los avant-g, del In crowd local, de los extraviados de otras noches, de los artistas más cool y periodistas que vienen a cubrir lo que pasa aquí. La mejor frase: Tú por lo único que me buscas es por la droga.
"Es que esto es Tijuana", le comenta una chica que sale todas las semanas en las páginas sociales de todos los diarios locales cuando discuten sobre la inercia clasemediera, el mal gusto musical y el reciclaje tan evidente. Yeah, una runaway que, sin saberlo, es un anticipo de lo que viene: una vuelta al origen, a esa mezcla que hizo poderosa a esta ciudad, a ese mix que a unos puede no gustarles pero que funciona.

8.
Huir también es una posibilidad cuando las expectativas no se cumplen. Volver al bar de siempre o lanzarse al vacío de un añejo Paseo Inmoral. Una rápida decisión: en taxi al vacío (un clamor general).
La noche local se nos muere y las ganas de disfrutarla no hacen más que intensificar su agonía. Demasiados bares con puertas que dicen "Cerrado". En otros tiempos, a estas horas esto estaba a punto de empezar; hoy, somos materia prima para jaladores de bares de quinta categoría que desconocen nuestras millas recorridas por esos caminos. Sus promesas de diversión para outsiders no tienen eco, les damos la espalda y nos alejamos rápidamente de ahí.
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9.
Otra vuelta de tuerca. Tres opciones y una cumpleañera que decide por nosotros. La fiesta es un cliché; algo que si se repite, aburre y se destruye a sí misma. Hace unos diez años atrás el sitio escogido era una celebración de vida, ahora mismo -otra vez, el observador no participante- es un desfile de exiliados de noches mejores, simples turistas que, como tantos otros, llegan tarde. Lo mejor -sniff sniff- hace tiempo que pasó. O, esto es tan distinto que ya no es divertido (sin que eso suene a lamento old skool).
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10.
El factor humo es la señal de partida. Tres am y la gran avenida antes llena de gente en búsqueda de vértigo y felicidad sigue solitaria. Como ayer, como hace semanas, como el año pasado...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Rafa.
Asi me siento cada semana, llena de hastio y pensando ke todo tiempo pasado fue mas cool, que ya no me llena estar en este o en aquel lugar, todo se ha vuelto hacia nosotros, ¿sera el comienzo de la partida?
atte. vannessag.

rafa dijo...

O será el empiezo de otra cosa. De cambiar de rumbo, recorrer otras rutas. Lo que sea que ayude a recuperar el entusiasmo que provoca el salir, no?
Ahora mismo, je je, estamos en eso.

un abrazo,
r