19 de enero de 2008

la felicitud

La vida es para vivirse

Algunos amigos me han mencionado recientemente -ayer y hoy, para ser preciso- la felicidad que emana mi persona. No sé, simplemente está. Hace años haciendo corte de caja, decidí dejar atrás el drama y los problemas que conlleva. Simplificar las cosas. Decidir y actuar. Pensamiento lateral, ver los detalles y no concentrarme en una sola opción. Tratar de escoger lo mejor para el momento. Todo con (co)razón.
Me ha funcionado: trabajo en algo que me gusta y disfruto, con una jornada que me parece justa y necesaria para servir a mis necesidades económicas (pudiera conseguir más pero poniendo en riesgo mi deriva cotidiana y hedonismo palpitante); tengo un pequeño gran grupo de amigos en los que puedo confiar, aprender y divertirme.
A pesar de mi dispersión, vienen grandes cosas este año (ya saben, nunca cierro una puerta y la curiosidad me hace abrir muchas otras). Y, por si les preocupa, cuando estoy solo, tengo un buten de música por escuchar, libros por leer, cosas por hacer o soñar.
Oh sí, la felicitud.

2 comentarios:

Mónica Arreola dijo...

Ay que feliz eres! :)
Besos, besos, besos, besos.

rafa dijo...

Je je. Pues si. Unos años ya.
abrazos, abrazos, abrazos, abrazos,
-r