1. Lo típico: desayunando tortas de pavo (o mejor dicho, bagels & pavo). Mr Ricalde & Rosita me convencen de ir con ellos a las luchas. Pasamos por Zorro. Un auditorio con una buena entrada para ser Navidad, me dicen. Nos sentamos en Preferente general (o sea, a cuatro filas frente al ring). Abrieron los minis, que parecen más actores de una mala sit-com que luchadores (pero igual, me reí con ellos). Lo demás me deja con la sensación de estar en un simulacro y que todo mundo sabe que lo es pero que lo vive como si fuera algo real. O algo así.
2. Tomé algunas fotos. Comí unos churros en vaso (a la mitad, me dí cuenta que me habían dado unos rancios). Atrás de nosotros estaba Luis Humberto Crosthwaite tomando fotos. Ah, el narrador de las luchas era Arturo Rivera (en persona se ve más viejo). Por ahí andaba el Terrible Morales. Por cierto, ver de nuevo luchando a Konnan es como ver a alguien que acaba de salir de un shock: muy triste (aunque vaya de malo y le dé de sillazos a los contrarios. Please, go home).
3. Hacia un frío terrible. Sigo con mi gripe de perro y mis ojos llorosos. Ya en casa de Sal & Rosa, Ms Charlynne me recomendó que tomara un té de ajo con canela. Sí, suena raro pero como ya estoy harto de esta gripe me lo tomé llegando a casa. Lo bueno que la canela mata el sabor del ajo. Me dormí de inmediato. Así que pueden anotar el remedio: hierven agua suficiente para una taza grande, le añaden canela y dos dientes de ajo. Si quieren, cuando se lo vayan a tomar, le pueden agregar medio limón y miel al gusto.
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