doing the Perec thing
Me acuerdo de aquel viejo toca-discos portátil (los singles de Leonardo Favio, Sergio y Estivaliz y cantantes así que le gustaban a mi hermana mayor)
Me acuerdo de aquel carrousel en la escuela primaria del downtown (y la llegada de aquellos circos ambulantes con "Las estatuas de oro" y las tortas de bolonia que odie para siempre y las donas de chocolate con crema al interior)
Me acuerdo de la tienda de revistas frente al parque Teniente Guerrero (donde iba a comprar fanis de Fantomas y a hurgar entre los usados para encontrar aquellos que faltaban en la colección familiar. Ah, y los tacos sudados que preparaba doña Carmen, mi primera protectora)
Me acuerdo de nuestro paso obligado -tras salir de la escuela- por la Funeraria Gonzalez (para tomar café y galletas con el descaro que te dan los diez años. Marcos B, muchos años después, lo negaría con la cara seria. Pero yo sí que me acuerdo)
Me acuerdo de los días de pinta con mis amigos del 3ro y 4to año de primaria, las matinés a beneficio de la escuela y esa maestra que descubrió que era disléxico (¿donde estarán Gilberto, Ricardo, Castillo, Edgardo, Villalobos? ¿qué habrá sido de su vida? Se acordarán de nuestra fascinación por Los Angeles de Charlie, Chips y Happy Days?)
Me acuerdo mi cambio de escuela, el furor de las niñas y aquel Born to be alive que me persigue hasta la fecha.
Me acuerdo del concurso y de la medalla y de pasar enfrente y de ver que todo lo que haces es nada si alguien siente que el mérito es suyo y que la envidia es algo que, sin duda, no nos toco en el reparto de utilidades
Me acuerdo de aquella chica tan cute y de su des(amor), de las tardes en los patines de plata y de esas excursiones sabatinas (misa/pizza/cine), de las canciones de Umberto Tozzi, Pedro Marín, los Pecos y el primer Oscar Athié
Me acuerdo de mis chapitas de La Liga Humana y de los Madness, del baile de bienvenida en el que nadie bailó y las canciones de Devo y los B-52´s
Me acuerdo pelear con mis hermanos para ver quien leía primero los diarios nacionales que traía Don Lauro a casa y ´ver nacer justo en esa época mi interés por el news clipping
Me acuerdo de aquel concurso de escoltas en el entonces nuevo palacio municipal, del vómito en una calle del centro, del calor endemoniado y los nervios y aquel uniforme blanco total en el que sólo sobresalía una corbata negra (otra fijación para la posterioridad)
Me acuerdo cuando creíamos que el centro era nuestro (luego llegaron los malandros a las maquinitas, los cholos navajeros y los buscapleitos de la secundaria vecina)
Me acuerdo de mi fascinación por los experimentos químicos y la exploración por las calles del downtown (mi pequeño mundo que se explotaba y se desbordaba)
Me acuerdo de los entrenamientos en YMCA, los partidos de basquet que casi ganábamos y las risas desafiantes mientras bajábamos la escalinata de la Col. Independencia
Me acuerdo de mi turno como popnediscos en el recreo (Adam and the Ants, Alaska y los Pegamoides, The Police y... Menudo)
Me acuerdo de esa nota en La Voz de la Frontera donde salían los primeros nueva oleros de la city y, vaya risa, descubrir que uno de ellos era amigo mío
Me acuerdo de ese noviazgo que duro 15 minutos (luego, me enteraría que ella ni terminaría la prepa al quedar embarazada y que huyo de la city)
Me acuerdo de mi gusto por Mecano, Casal, Soft Cell, Azul y Negro (cuando mis compañeros lanzaban vítores por AC/DC, The Who o Kiss. O no escuchaban nada)
Me acuerdo de que en casa hablaban de la crisis y del discurso de López Portillo y de nuestras idas a comprar mandado a USA y de las visitas a la playa sandieguina y de las camisas Ocean Pacific y de los tenis Vans y de aquel vecindario en que nunca tuve amigos
Me acuerdo de aquellas primeras fiestas de quinceaños en pequeños y grandes salones sociales y el primer traje y el primer trago (una margarita, je) y la primera llegada después de las 2am y... aquel par de chicas vestidas como extraídas de La Movida Madrileña (mataría por una foto de ellas)
Me acuerdo de la muerte de mi abuela Chole (nos mando llamar, fuimos a verla y esa noche murió dormida) y de su entierro despuesito del día de las madres y de que fue la primera vez en que me tocaba cargar un féretro
Me acuerdo de las reuniones escolares en mi casa o las que organizaba aquella chica japonesa cuya casa tenía discoteca (ahí me estrené como DJ), de aquel viaje a la playa escuchando el Tainted love en mighty 690 y saber que la vida era como un suspiro
Me acuerdo del humor negrísimo de mi amigo GC al contestar chismógrafos (nunca he conocido a nadie un humor tan así de enfermito), de la carrilla infinita que le propinamos a YDLT, del uso del acrónimo GEGO para nombrar toda cosa inútil o tonta
Me acuerdo de cada uno de mis compañeros de la secundaria (puedo repasar la lista sin ningún titubeo y si me esfuerzo un poco, hasta como estaban distribuidos en el salón de clases
Me acuerdo de tantas cosas viendo ese album de fotos
to be continued
20 de septiembre de 2007
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