9 de mayo de 2007

Tijuana media watch

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En la sección GLOBAL VIEW de la revista Vuelo aparece el artículo Para leer a Tijuana, escrito por Ira Franco y con las fotos de Fernando y Gerardo Montiel Klimt. Esto es algo de lo que ahí se dice:

Tijuana es una ciudad de paso, lineal, sin altares urbanos definidos; una ciudad coqueta y cariñosa; de playas frías y dólares mezclados conpesos en las cajas registradoras; un desafío a nuestra preconcepciónde frontera. Entre otras cosas, Tijuana también es un hervidero deartistas y escritores que, como trocas modificadas con amortiguadoresde altura, encuentran o pierden el estilo en plena Avenida Revolución(la revo, para el paseante local) todos los días.
Algunos de esos artistas ya son famosos. El colectivo Nortec, porejemplo, tomó por sorpresa los circuitos culturales del país cuandolanzaron la compilación Tijuana Sessions de música electro-norteña en 2001. De alguna forma, Nortec avisó a los capitalinos (y a muchosotros que dormían en sus laureles) que la pelota estaba en la canchade los artistas fronterizos.
Lo mismo pasa ahora con algunos escritores que ya tienen rato haciendo ruido con sus textos en todo elcircuito revistero y editorial del país. Replicante, Letras Libres, Blanco Móvil, Moho y Picnic son algunas publicaciones donde entablan diálogos literarios y proponen nuevas líneas de pensamiento. Algunos mayores de cuarenta, otros apenas pasan de los veinte; los tijuanenses no hacen castas por edad. Algo más los anima a reunirse enbares e invitarse a proyectos culturales de todo tipo; por lo menosdos elementos reconocibles que los hacen confluir: la democracia delinternet y las calles, —sobre todo la línea fronteriza — por dondecruzan a diario.
A diferencia de otras comunidades de escritores, donde todavía serespeta al más allegado al poder (los que dan las becas, loseditores), los autodenominados 'tijuanos' se comunican de forma horizontal por medio de fiestas, encuentros culturales y bitácoras electrónicas. Sobre todo estas últimas, los blogs, han hecho que estos escritores marquen su individualidad y al mismo tiempo un sentido de exquisita comuna. Herederos de una tradición literaria híbrida, Heriberto Yépez (uno de los escritores entrevistados) asegura "Nos gusta experimentar con estructuras del lenguaje, cruzar fronteras degéneros, pero lo hacemos a través de un juego que no excluye laprofundidad. Nos distinguimos de otros escritores por nuestrainvestigación, existencial, de la ciudad, de Tijuana, que para nosotros es como religión y fiesta, pero también un dolor permanente,una melancolía absoluta".
¿De qué forma se inmiscuye Tijuana en tu obra?
Mayra Luna: Los personajes con los que trabajo están armados conelementos disímiles que los vuelven repelentes y atractivos a la vez,tal como lo es Tijuana. De esta manera consigo volverlos singulares.Creo que un escritor no puede deshacerse en su prosa del espacio quehabita; aunque no lo mencione, éste estará presente en la forma, losrasgos e incluso los flujos de su texto.
Lorena Macilla: Cuando participé en el Laboratorio Fronterizo de Escritores, narraba teorías filosóficas como fenomenología yexistencialismo para las que tomaba historias aleatorias del periódico y las mezclaba a partir de la teoría filosófica. Allí me interesa laciudad, construir ficción a partir de lo que ocurría en losperiódicos.

¿Qué dejas fuera de Tijuana en tu ficción?
Juan Carlos Reyna: Mi trabajo se nutre de la literatura pornográfica,de la novela negra, de la novela gráfica; si trata denarcotraficantes, huyo del plano periodístico o documental, los llevoa algo entre la cultura pop y hacia la crítica de los temas que tepuede dar la ciudad. Como escritor más joven de esta camada, es miresponsabilidad trascender lo que ya está pactado como literaturafronteriza y llevarlo a un plano más experimental.
Rafa Saavedra: La ciudad está presente en mis relatos, pero no siempre de manera explícita. A veces como personaje principal, a veces como simple escenario y en muchas otras, es su actitud lo que intento captar en mis escritos. Vivo en Tijuana, así que su vida cotidiana forma parte de mi experiencia vital y no me puedo/ ni quiero desligarde ella aunque tampoco pretendo elaborar un discurso mega-tijuanense porque tengo otras influencias y referencias totalmente ajenas a ello (desde la música, el lenguaje, la moda, los mass media o los movimientos de vanguardia) .

¿Qué es lo mejor de Tijuana?
Omar Pimienta: Aquí no se da la estructura clásica de palacio de gobierno, plaza, iglesia; esa cruz no existe, no hay un centro y menosahora que está creciendo de manera increíble. Es una ciudad de paso,por ende también de fiesta. Aquellos que emigraron a Tijuana y sequedaron tenía ideas liberales, vinieron a buscar mejor vida pero sefunda con gente muy movida porque no era precisamente un lugar dedescanso. Venimos de gente proactiva pero también muy pobre, por esola gente llega a trabajar muy duro y también necesita una válvula deescape igual de intensa. Pero la fiesta es muy nutritiva a nivelcreativo, se discute de todo.

¿Habría alguna diferencia en tu obra si Tijuana fuera un lugar menos agreste en clima, paisaje, ley de la calle?
Pablo Jaime Sáinz: En mis cuentos Tijuana se mete el acento, en las palabras de uso diario, en la música norteña y de banda. Un porcentajemuy alto de la población es de inmigrantes, sobre todo de Sinaloa, hayuna presencia de la diáspora sinaloense en Tijuana muy fuerte en miobra.

Heriberto Yépez: Fácilmente se puede confundir lo que significa la literatura tijuanense, pero hay que tener ojo atento, oído presto: está ocurriendo una nueva forma de entender la literatura mexicana, en donde los lenguajes teóricos, mediáticos, populares, poéticos, epistemológicos han creado una zona de disfrute y de encuentro, unafrontera donde la ciudad es el escenario de la intensidad de las búsquedas.


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