18 de abril de 2007

frivolidades

CUT MY HAIR

Cortarse el cabello nunca había sido tan problemático. Uno de mis peluqueros -o estilistas, my snobs friends- está M.I.A. (dicen, la gente que inventa cosas y propaga rumores, que está en una clínica de rehabilitación Si es así, sólo queda decirle: ¡ánimo!). El otro, creo, ya no trabaja en la misma estética.
Así que recorro el centro, sin decidir si entrar o no a uno de los tantos establecimientos del ramo que se ubican por la zona. Cerca de mi casa, en la Tijuana West Coast, hay unos tres que nunca he visitado. Con la presión de mi trip a Mexicali, entré el que considere más adecuado.
Un corte de pelo casi al ras (navaja no. 2) y salgo de ahí con un look que algunos han denominado «secuestrador sinaloense». Pues eso.

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