13 de enero de 2008

escribiendo

Con estos días de lluvia y frío cala-huesos casi la única opción es quedarse en casa, escuchar música y, en mi caso, escribir. Después de casi dos años intentando terminar al menos un libro, por fin lo logré. En menos de una semana le di los toques finales a un par de libros pendientes. Ya los envié a sus respectivas editoriales. Si no los quieren publicar ya no es problema mío, eh.

El primero es una antología de Esto no es una salida y Buten Smileys, agotados desde hace tiempo. Siete relatos por libro más un remix. Name? A menos que ocurra algo que me haga cambiarlo se titula Los años dañados.

El segundo es una recopilación de lados B, hidden tracks, microtextos, ensayos y remixes. Lleva por nombre Crossfader y va acompañado, je je, por un epígrafe de Pessoa.

El tercero, ahora mismo estoy revisando el último relato, se llama Dios me persigue (aka Siempre es ahora, aka Beyondeados). Reúne quince cuentos/textos de facturación reciente.
Lo que sigue es un libro de crónicas, el número tijuanero de Generación y mi nuevo proyecto narrativo que espero -si no se me atraviesan muchas fiestas, conciertos y viajes- terminar en el verano 08.

Pues eso.

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